Hay distintos tipos de alopecia y no en todos es recomendable un injerto capilar. Hoy vamos a conocer un poco más un tipo de alopecia: la alopecia areata
¿Qué es la alopecia areata?
La alopecia areata es un tipo de pérdida de cabello de origen autoinmune. Esto quiere decir que el cuerpo percibe los folículos capilares como elementos dañinos, como agentes infecciosos para nuestro cuerpo (como las bacterias, hongos, parásitos y virus, por ejemplo) y los ataca para eliminarlos. El sistema inmunitario ataca al pelo creyendo que el órgano al que ataca es perjudicial para nosotros y que debe defendernos de él.
Al atacar el folículo piloso, altera el ciclo capilar. El cabello tiene un ciclo de crecimiento y otra de caída. El ataque autoinmune hace que todo el cabello pase a la fase telógena o de caída, suprimiendo la anágena o de crecimiento.
Este tipo de alopecia puede aparecer tanto en cuero cabelludo como en la barba, las cejas o en cualquier zona del cuerpo donde haya vello. Esto incluye las pestañas, los brazos, las piernas, las axilas, el vello púbico, el pecho o la espalda.
No es una enfermedad contagiosa y no afecta al resto de cuerpo. No se sabe mucho de ella, pero lo cierto es que afecta a un 2% de la población. Es una enfermedad que afecta a ambos sexos, a cualquier raza y en cualquier edad: niños y adultos; aunque afecta más comúnmente a niños y a jóvenes alrededor de los 20 años.
Tipos de alopecia areata
Dentro de este tipo de alopecia, encontramos distintas clasificaciones dependiendo de la extensión y la zona que abarca la alopecia.
- Alopecia Areata Irregular: Es la más común y consiste en la pérdida de cabello en pequeñas zonas de la cabeza. Pueden ser zonas del tamaño de una moneda, placas redondas, en las que desaparece el cabello totalmente.
- Alopecia Areata Reticular o de placa múltiple: Cuando aparecen distintas placas.
- Alopecia Areata Total: Cuando en lugar de zonas concretas nos encontramos con la pérdida completa del cabello de la cabeza
- Alopecia Areata Universal: Cuando la pérdida de pelo afecta al 100% del pelo corporal: el cabello, las pestañas, cejas y todo el vello corporal
Síntomas de la alopecia areata
El síntoma principal de la alopecia areata es la pérdida de cabello en pequeñas placas en la cabeza. Es una pérdida localizada que deja zonas del cuero cabelludo totalmente lisas y al descubierto. En muchos casos, se detiene y vuelve a crecer. Sin embargo, no hay garantía. Algunas personas con alopecia areata también notan manchas en las uñas de manos y pies o aspereza.
Causas de la alopecia areata?
No hay una causa concreta para este tipo de alopecia pero sí muchos factores que suelen afectar al paciente. La causa principal o el origen es un desorden en el sistema inmunitario, pero ¿Qué causa este cambio? Hay diversas teorías aunque lo cierto es que no está claro y parece que no hay una única causa sino diversos factores. Entre los factores que causan problemas autoinmunes encontramos además del estrés, infecciones, exposición a tóxicos, aumento de linfocitos T CD4+ y CD8+, la artritis reumatoide, vitíligo, enfermedad de Addison, lupus eritematoso sistémico, miastenia gravis, esclerodermia, rinitis alérgica, dermatitis atópica, asma y psoriaris además de desequilibrio nutricional, celiaquía, padecer diabetes mellitus tipo 1 y otros problemas de tipo emocional como crisis de ansiedad además de la predisposición genética.
Este es un tipo de alopecia reversible y con un comportamiento cíclico, ya que como he explicado afecta al ciclo de crecimiento y caída del cabello. Si el tratamiento se efectúa al inicio se puede evitar más fácilmente su extensión. Cuando vuelve a salir, suele ser mucho más fino al principio y de color blanco. Normalmente va recuperando su color y densidad con el tiempo
Diagnóstico de la alopecia areata
Es fundamental pedir cita con el dermatólogo en cuanto observamos una perdida significativa de cabello. Entre los pasos necesarios para un correcto diagnóstico encontramos la observación de las placas donde el cuero cabelludo es liso y los pelo en la periferia son más anchos en la zona superior (decimos que son pelos en signo de exclamación). Se suele analizar algún folículo para examinarlo al microscopio, también una muestra del cuero cabelludo y analítica, una muestra de sangre para descartar otro tipo de causas como el hipotiroidismo.
¿Se puede prevenir o evitar la alopecia areata?
Esta afección no se puede prevenir ni evitar. Como hemos dicho puede deberse a muchas causas y es imposible actualmente saber si un niño la padecerá en el futuro y prevenirlo.
Tratamiento de la alopecia areata
La alopecia areata no tiene cura y como hemos dicho, en realidad no se sabe a ciencia exacta las causas. A veces, el pelo vuelve a crecer a los pocos meses pero otras veces requiere tratamiento. Además, no se sabe si volverá a crecer y cuándo lo hará. Sin embargo, hay algunos tratamientos que pueden frenar la caída y hacer que el cabello vuelva a crecer. Lo más complejo: lograr que el pelo se mantenga.
Los tratamientos más comunes se basan en corticoides tópicos o aplicados con inyecciones (p.e. triamcinolona) en las zonas donde se ha perdido el cabello. Son medicamentos antiinflamatorios para actuar sobre el mecanismo autoinmune. Estos tratamientos suelen ser efectivos en las placas.
Este tratamiento se puede acompañar de Láser Capilar Infrarrojo que puede ayudar como antinflamatorio, ya que estimula la división celular fomentando la oxigenación y mejorando la circulación sanguínea.
También existe el tratamiento con inmunomoduladores tópicos como la difenciprona. Este tratamiento produce una dermatitis de contacto alérgica en el cuero cabelludo que hace que se ataque la parte más superficial de la piel en lugar de los folículos pilosos.
En alopecias areatas más amplias se utilizan inmunosupresores clásicos: ciclosporina, azatioprina, metotrexate o pulsos orales de dexametasona o a corticoides orales que pueden evitar la progresión de la alopecia e incluso repoblar la zona. Sin embargo, son medicamentos que pueden tener efectos adversos especialmente a largo plazo y con los que no se mantiene el resultado una vez se finaliza el tratamiento, en un gran número de pacientes.
En estos casos es necesario hacer un seguimiento a través de análisis de sangre y revisiones periódicas del paciente.
Un injerto capilar NO es un tratamiento adecuado para este tipo de alopecia. Si se realiza lo más probable es que el pelo se vuelva a caer debido al carácter autoinmune de la enfermedad. El propio cuerpo tenderá a eliminar los nuevos pelos como si fueran gérmenes.
Se continúa investigando mucho en este campo. Las últimas investigaciones apuntan a nuevos tratamientos gracias a los primeros ensayos clínicos de los fármacos anti-JAK (ruxolitinib y tofacitinib)
Otros aspectos de la alopecia areata a tener en cuenta
Padecer alopecia areata no supone un riego importante para la salud, sin embargo, sus efectos en la salud emocional pueden ser muy importantes. Afecta a la confianza en uno mismo y causan inseguridad y vergüenza además de frustración. Una solución que suelo recomendar a los pacientes con áreas muy amplias es el uso de pequeños postizos, prótesis capilares o pelucas que mejoran la autoestima y la autoimagen del paciente mientras estamos llevando a cabo el tratamiento.