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Despedimos el verano y con él nos preparamos para cuidar nuestro pelo en otoño, dejando atrás todos los factores externos que castigan nuestro cabello y que provocan que en otoño la caída del cabello sea más abundante

Causas que pueden influir en la caída otoñal del cabello

Durante el verano castigamos nuestro cabello con un mayor número de agresiones externas: El cloro de la piscina, la sal del mar…
También la forma en la que tratamos el pelo: peinados tirantes como coletas, trenzas, moños, recogidos playeros y además la humedad: mantenemos el pelo húmedo durante más tiempo que en cualquier otra época generando problemas en el cuero cabelludo.
Además, los rayos solares aceleran el crecimiento y con ello el ciclo de caída del pelo, por lo que mayor número de folículos pueden caer debido a esta regeneración en la misma época.
Por lo tanto, es normal que con la llegada de la estación de la caída de la hoja, nuestro pelo también se caiga como consecuencia del trato recibido durante los últimos meses. Sin embargo, parece que independientemente de cuánto hayas cuidado tu pelo, en otoño se caerá irremediablemente, pero ¿Es esto realmente cierto?

¿Es cierto que se cae más el pelo en otoño?

Es una creencia generalizada que el pelo se cae mucho más en otoño y en primavera, aunque no hay ninguna demostración científica que avale la caída otoñal. Lo que sí es cierto es que en otoño aumentan las consultas sobre estos temas y muchos de mis clientes se preocupan por una caída excesiva de pelo. Algunos científicos afirman que en esta época del año se producen determinados cambios hormonales que podrían ser la causa. En cualquier caso, la caída es un cambio que sufre nuestro pelo para regenerarse y que dista mucho de la alopecia.

Diferencias entre la caída de pelo otoñal y la alopecia

La pérdida capilar otoñal se caracteriza por una caída de pelo general, no focalizada en ninguna zona en concreto y que dura una media de dos o tres meses. Cuando nos peinamos o nos lavamos el pelo observamos que hay mayor cantidad de pelo en el cepillo o sobre la almohada. Es una caída repentina y difusa que por sí misma finaliza en noviembre aproximadamente.
La alopecia androgénica, en cambio, está localizada en unas zonas concretas (entradas, coronilla, la parte frontal) y observamos una caída constante todos los meses.
Es por lo tanto, un proceso completamente natural con el que no debemos asustarnos, así que ¡tranquilos!
Igualmente, hay una serie de rutinas y cuidados que puedes incorporar para evitar que el folículo se debilite, para fortalecerlo y repararlo para la nueva temporada que voy a compartir con vosotros:

CONSEJOS PARA EL CUIDADO DEL PELO EN OTOÑO

Cortar el cabello y sanear las puntas del verano:

Lo primero que debemos hacer es reparar el daño del verano. Este es un buen momento para ir a la peluquería y limpiar las puntas dañadas. Con un par de dedos es suficiente, pero también es la excusa perfecta para cambiar de look y renovarnos con la llegada de la nueva estación

Cuidar la alimentación:

Aprovecha la vuelta a la rutina para incorporar buenos hábitos alimenticios. Lo que comemos se transforma en nutrientes que el cabello recibe a través de la sangre y es mucho más importante que lo que recibe a nivel tópico. Apúntate a los productos ricos en hierro (legumbres, hígado, mariscos de concha, espinacas), las proteínas, (huevos, pescado, carne), el ácido fólico, magnesio, yodo, zinc (cacao en polvo), las vitaminas del grupo B (B12 en la levadura de cerveza o el germen de trigo) y el colágeno (gelatinas, algas marinas y algunas carnes). Así fortalecerás la melena, y le aportarás brillo y un mejor aspecto. Evita siempre que puedas el exceso de grasas y de alcohol.

Evita el calor excesivo en tu pelo:

Llega el otoño y volvemos al uso del secador y también las tenacillas, planchas de pelo y demás utensilios. Evita utilizarlos porque dañan las fibras, pero si no puedes evitarlos, aplica un protector térmicos antes para proteger el cabello. En cuanto al secador, es bueno utilizarlo para evitar la humedad en el cuero cabelludo, pero siempre a una temperatura moderada y una distancia adecuada. Evita también el agua muy caliente en el lavado.

Masajea el cuero cabelludo:

Cuando te laves el pelo, acuérdate de masajear el cuero cabelludo suavemente con las yemas de los dedos. Esto ayudará a activar la circulación de la sangre, llegarán más nutrientes a la raíz y los folículos se oxigenarán mejor.

No frotes el cuero cabelludo en exceso:

Recuerda, una cosa es masajear y otra frotar vigorosamente. Lo mismo sucede cuando lo secamos con la toalla. Siempre con cuidado ya que el pelo húmedo es más frágil.

Intenta evitar el estrés:

Y digo intenta porque todos sabemos que decirlo es más fácil que hacerlo. La vuelta al cole, la vuelta de las vacaciones y algunas preocupaciones que dejamos aparcadas en verano pueden aumentarlo. Aún así, lo mejor es mantenerlo a raya y ocuparnos de las cosas sin preocuparnos tanto.

Lava e hidrata tu cabello:

El cuero cabelludo necesita los mismos cuidados que la piel del cuerpo. Espaciar los lavados contribuye a la acumulación del sebo en el cuero cabelludo por lo que es fundamental mantener una higiene regular. Usa un champú específico para tu tipo de cabello ( anticaspa, graso, seco…) con agentes humectantes y sustancias que regulen la producción oleosa.

Usa cepillos y peines de dientes anchos:

Esto evita que arranques folículos pilosos al intentar desenredarlo. Por el contrario, puedes aprovechar para activar la circulación. Evita también los tirones a la hora de desenredarlo.

Si aún así te preocupa la caída puedes probar con un tratamiento de plasma rico en plaquetas para aumentar la cantidad y calidad del cabello. Es un tratamiento sin riesgo, ideal para pérdidas de cabello. Si aún así, continúa la caída más allá de la estación otoñal, no dudes en pedir cita con un dermatólogo para analizar el origen de la caída.

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